domingo, 31 de enero de 2016

libro del apocalipsis(revelaciones) resumido

                                     Apocalipsis significa una revelación

Después que Daniel terminó de registrar la profecía, le pidió a Dios que explicara lo que ésta significaba. Aunque Daniel fue usado para registrar el libro, aun él no lo entendió : “Y yo oí, mas no entendí”. Dios le respondió, “Anda, Daniel, pues estas palabras están cerradas y selladas hasta el tiempo del fin  

Capítulo 1: Cristo es el Revelador y el tema del libro

Entender quién es el verdadero autor de Apocalipsis — y entender el tema críticamente importante, la parte central del libro, es vital. Sin estas llaves, muchos se han empantanado en sus argumentos acerca de si el “Día del Señor” (vs. 10) es una referencia al domingo — o si Juan, en vez de Cristo, es el autor del libro.
¿Por qué casi todos se refieren a este libro como “La revelación de San Juan el Divino”? En ninguna parte se refiere a Juan como divino o el Revelador.
        

Capítulos 2 y 3: Los mensajes a las siete Iglesias

Los capítulos 2 y 3 contienen los mensajes de Cristo a siete iglesias diferentes en Asia Menor — hoy Turquía occidental. Combinados, estos mensajes representan el primer mensaje general del libro. Estos están dirigidos a las siete eras sucesivas, o etapas, de la Iglesia y abarcan todo el período del Nuevo Testamento — ¡desde el tiempo en que Cristo edificó Su verdadera Iglesia (Mat. 16:18) en el año 31 D.C., hasta Su segunda venida! Dios ha escogido trabajar con Su Iglesia a través de eras sucesivas. Cada mensaje contiene una breve descripción de Cristo de la condición espiritual de estas siete eras consecutivas de la Iglesia.
                      

Capítulo 4: Ante el trono de Dios y los veinticuatro ancianos

Los capítulos 4 y 5 representan la preparación para la parte central de Apocalipsis, la cual sigue a continuación. Éstos preparan el escenario para revelar las grandes profecías que explican el tema del libro.

Capítulo 5: Cristo quita los sellos de la profecía

El versículo 1 describe al Padre sosteniendo el libro completo de Apocalipsis (con siete sellos sobre él) en Su mano derecha. ¡En este punto, el libro (en realidad un rollo o pergamino) está aún sin abrir — sellado — cerrado! Ahora note: “Y vi en la mano derecha del que estaba sentado sobre el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos”.

Capítulo 6: Los sellos son abiertos

Ahora llegamos al críticamente importante capítulo 6 — y el comienzo de la remoción, uno por uno, por parte de Cristo de cada uno de los siete sellos.
Primero, entienda de nuevo que, comenzando con el capítulo 6, la apertura de los siete sellos abarca los próximos 15 capítulos del libro. Pero debido a que el capítulo 6 explica seis de los siete sellos, obviamente ellos no reciben individualmente una gran cantidad de espacio. El séptimo sello es tan importante — y tan multifacético — que Dios le dedica mucho espacio a su explicación completa. ¡La mayor parte del resto del libro está dedicado sólo al séptimo sello!
El primer sello -FALSOS CRISTOS.  El segundo sello-GUERRA  /El tercer sello-HAMBRE   /    El cuarto sello -ENFERMEDADES  /.   El quinto sello -LA GRAN TRIBULACIÓN   /   El sexto sello- SEÑALES CELESTIALES .                                                                     

Capítulo 7: Por qué la ira de Dios es retenida temporalmente

Justo antes del Día del Señor, un ángel retiene temporalmente los cuatro vientos, que explica Apocalipsis 8:7-12 que son las primeras cuatro plagas de las trompetas del séptimo sello. Note ahora: “Después de esto vi a cuatro ángeles en pie sobre los cuatro ángulos de la tierra, que detenían los cuatro vientos de la tierra, para que no soplase viento alguno sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre ningún árbol. Vi también a otro ángel que subía de donde sale el sol, y tenía el sello del Dios vivo; y clamó a gran voz a los cuatro ángeles, a quienes se les había dado el poder de hacer daño a la tierra y al mar, diciendo: No hagáis daño a la tierra, ni al mar, ni a los árboles, hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios. Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel” (7:1-4).

Capítulo 8: Las plagas de las siete trompetas

El octavo capítulo describe la apertura del séptimo sello. Recuerde que los siete sellos representan el libro completo de Apocalipsis. Pero, ¿qué es exactamente el séptimo sello?
A medida que es abierto, siete ángeles están en pie delante de Dios y reciben las siete trompetas. Un ángel diferente tomó un incensario “…y lo llenó del fuego del altar, y lo arrojó a la tierra; y hubo truenos, y voces, y relámpagos, y un terremoto” (vs. 5).
Ese terremoto representa el comienzo de las plagas de las siete trompetas, que comienza el cumplimiento del séptimo sello y el Día del Señor.
Apocalipsis 8:1-2 muestra que el séptimo sello es lo mismo que las siete trompetas: “Cuando abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo como por media hora. Y vi a los siete ángeles que estaban en pie ante Dios; y se les dieron siete trompetas”.

Capítulo 9: Los tres ayes

El capítulo 9 corresponde completamente a los primeros dos de los tres AYES, la quinta y la sexta trompeta.
En los versículos 1-11, la quinta trompeta, o el primer ay, es descrita como un gran poder que surge de lo que la Biblia llama el “pozo del abismo”. Este, por supuesto, es un símbolo y no un pozo real en algún lugar en la tierra. Apocalipsis 17:8-14 lo interpreta. El antiguo Imperio Romano (con sus siete resurrecciones separadas o cabezas) emerge de este “pozo” una última vez. La sexta cabeza, el resurgimiento por Mussolini de este sistema romano, fue pequeño y relativamente insignificante. ¡El pronto venidero resurgimiento final será mucho más grande!
En 9:11, Juan llama a Satanás “un destructor”, refiriéndose a él como un “rey sobre ellos” — un sistema de personas dirigido por una figura falsificada, de alcance mundial, que pronto aparecerá, justo antes del regreso de Cristo. La palabra hebrea Abaddon significa “Satanás”, y la palabra griega Apollyon, también usada aquí, significa “un destructor”. Entender a Satanás como un destructor establece el escenario para la próxima escritura.
Los versículos 13-21 describen el segundo ay. Abra su Biblia y lea estos versículos. En ellos, un ejército de 200 millones de “jinetes” ataca y repele temporalmente al sistema europeo guiado por el súper dictador final conocido como la “bestia”. Estas multitudes orientales (Eze. 25:4, 10), probablemente guiadas por Rusia o China, y aliadas con la India y Japón, componen el ejército de 200 millones de hombres.
El profeta Ezequiel describe los mismos eventos de Apocalipsis 9:13-21, revelando más: “Y te quebrantaré, y pondré garfios en tus quijadas, y te sacaré a ti y a todo tu ejército, caballos y jinetes, de todo en todo equipados, gran multitud con paveses y escudos, teniendo todos ellos espadas…Vendrás de tu lugar, de las regiones del norte, tú y muchos pueblos contigo, todos ellos a caballo, gran multitud y poderoso ejército” (38:4, 15). (Vea también Joel 2:4.)

Capítulo 11: Los dos testigos

Los primeros 13 versículos contienen una descripción de los últimos dos siervos de Dios del tiempo del fin conocidos como los Dos Testigos. Interpretaciones ridículas, y aun una película de Hollywood, han traído mucha confusión sobre quiénes son estos hombres.
Estos dos grandes “profetas” (vs. 10) testifican por tres años y medio antes de ser asesinados por la bestia, el último líder del resurgimiento moderno del Imperio Romano (vs. 7). Una vez más, Apocalipsis 13 y 17, y Daniel 2 y 7 describen este sistema. La identidad de estos dos individuos es desconocida. Sin embargo, cuando ellos ya entren en escena, será claro que el regreso de Cristo es inminente.
A estos hombres les es dado un poder extraordinario para realizar milagros y son protegidos de daño — hasta que Dios permite su muerte a fin de resucitarlos como testimonio contra la impotencia de aquellos que los asesinaron. Si alguno trata de dañarlos y de interferir con su ministerio, “…sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos” (vs. 5).
Esto es comparable al poder que le fue dado a Elías, como se demuestra en II Reyes 1:9-15. A estos profetas les será dado poder para traer sequía y hambre sobre la tierra, al igual que hizo Elías (I Reyes 17:1-7; Lucas 4:25). Ellos también serán capaces de golpear la tierra con plagas (vs. 6).

Capítulo 12: La mujer — La Iglesia de Cristo

Los capítulos 12, 13 y 14 representan una interrupción — una inserción — en el flujo general de Apocalipsis. Esto es porque Dios quiere que los lectores estén conscientes de lo que Su verdadera Iglesia — Su pueblo verdadero — estará haciendo por los casi 2.000 años desde la visión de Juan hasta el regreso de Cristo. ¡Dios siempre ha tenido Su Iglesia verdadera — los perseguidos (Juan 15:20; II Tim. 3:12), los pocos (Mat. 7:14; 20:16; 22:14), su “manada pequeña” (Lucas 12:32), que gobernarán con Cristo (Apo. 2:26; 3:21)!
Hemos visto que Cristo será establecido como Rey de reyes y Señor de señores. Pero los santos serán resucitados y se le unirán. El capítulo 12 presenta más directamente a la Iglesia a través de la cual Cristo ha estado preparando a estos otros para que gobiernen con Él.
Juan describe la Iglesia de Dios desde antes del nacimiento de Cristo (vs. 4), a través de Su vida, resurrección y ascensión (vs. 5). Después Él describe los 1.260 años de persecución que esta Iglesia soportó y cómo tuvo que huir a áreas remotas para evitar a los poderes gubernamentales que buscaban destruirla. Pero Cristo prometió que Su verdadera Iglesia siempre existiría (Mat. 16:18) — ¡y así ha sido!
Este es también un capítulo importante en que muestra (Apo. 12:14) que ¡Dios protegerá a Su Iglesia — descrita aquí como una mujer — del horrible tiempo de prueba intensa y severa que pronto caerá sobre este mundo!
Todo Apocalipsis 12 la describe, y los ataques del diablo contra ella. Pronto, un enojado Satanás azotará a la Iglesia de Cristo una última vez, forzándola a necesitar protección: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo varón. Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”(vs. 13-14). ¡Los fieles de la sexta era de la Iglesia escapan!
El “tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo” son los tres años y medio de la Tribulación y de la Ira de Dios. El versículo 17 muestra cómo el diablo vuelve su atención hacia el “remanente” — la era tibia, explicada previamente.

Capítulo 13: Dos “bestias”

El capítulo 13 describe a una “bestia” simbólica y una segunda bestia con “dos cuernos” (vs. 11). La primera bestia es una descripción del Imperio Romano — un reino político. La segunda bestia de dos cuernos representa a la sede de la gran iglesia falsa que controla a la primera bestia.
Sólo al comparar Apocalipsis 13, 17 y Daniel 7, con Daniel 2, puede usted entender plenamente el alcance y la magnitud de las bestias, y el sistema al que ellas representan. Numerosas escrituras del Antiguo Testamento se refieren a ellas, pero estos capítulos las describen mejor.
(Lea nuestro folleto gratuito ¿Quién o qué es la Bestia de Apocalipsis? para una explicación completa del sistema romano y de la bestia.)

Capítulo 14: Los 144.000

El capítulo 7 presentó a los 144.000, y el capítulo 14 da más detalles sobre su identidad. Los versículos 1-5 dan una descripción de nueve puntos acerca de los que están en pie delante del trono de Dios como “las primicias” (vs. 4) del reino de Dios.
Al igual que cuando Él protegió a Israel de las plagas de Egipto, Dios a menudo protege a Sus siervos. Veremos en el siguiente capítulo que las siete últimas plagas pronto serán derramadas sobre la tierra. Los 144.000, claramente el número de los santos en la Primera Resurrección, están con Cristo en Su reino y por lo tanto son protegidos de estas terribles últimas plagas.

Capítulo 15: Las siete últimas plagas introducidas

Hemos alcanzado ahora la última parte del séptimo sello — que es la séptima trompeta, el tercer ay o las últimas siete plagas (vs. 1). ¡Todos estos cuatro términos representan exactamente la misma cosa! Como hemos visto, ellos son sinónimos. Examinemos ahora lo que ellos significan.
Recuerde del capítulo 11 (vs. 15-19) que el sonido de la séptima trompeta representa el momento cuando Cristo regresa a establecer Su reino. ¡El tiempo es que la ira de Dios ha llegado!
He aquí está lo que Juan escribió: “Y se airaron las naciones, y Tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a los muertos, y de dar el galardón a Tus siervos los profetas, a los santos, y a los que temen Tu nombre, a los pequeños y a los grandes [la primera resurrección], y de destruir a los que destruyen la tierra” (vs. 18).
Juan registra que las naciones “estaban airadas”. ¡Pero Dios también lo está! Note que dice: “Tu ira ha venido”. ¡Mantenga esto claro! La última parte del séptimo sello, la séptima trompeta, el tercer ay, las siete últimas plagas — las copas — son todos uno y el mismo evento — ¡LA IRA DE DIOS! ¡Es este tiempo que finalmente habrá venido a todos los habitantes que sobrevivan en la tierra!

La importante sexta plaga

La sexta de estas últimas plagas establece el escenario para la batalla final para resistir a Cristo en Su regreso. Fuerzas de maldad espiritual son liberadas para forzar la destrucción y devastación de los habitantes de la tierra.
Note cómo a estas fuerzas se les permite reunirse: “El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates; y el agua de este se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente” (Apo. 16:12).
El río Éufrates comienza en Turquía y fluye hacia el sur a través de Siria e Irak, alcanzando finalmente al Golfo Pérsico. Dios hará que este río se seque, permitiendo que los “reyes del Oriente” (guiando al ejército de 200 millones de hombres) crucen fácilmente hacia la Tierra Santa. Esto es sólo un preludio — la colocación del escenario — de eventos aún más significativos por venir.
El versículo 13 continúa: “Y vi salir de la boca del dragón [el diablo, Apo. 12:9], y de la boca de la bestia [el gobernante civil del tiempo del fin, influenciado por el diablo], y de la boca del falso profeta [el líder religioso asociado con el gobernante del tiempo del fin], tres espíritus inmundos en forma de ranas”. En Apocalipsis 17:5, a este sistema se le llama “Babilonia la Grande”.
El versículo 14 dice: “…pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso”. Estos “espíritus de demonios” son ángeles caídos que siguieron a Lucifer (ahora Satanás) en su insurrección contra el Creador (Isa. 14:12-14; Eze. 28:12-17; Apo. 12:4).
¡Note! Este líder será acompañado por un carismático líder religioso, quien ejecutará milagros con el poder del diablo (Apo. 19:20; 13:11-14). Cuando los pueblos de la tierra presencien estos milagros, serán engañados a pensar que este sistema falso es de Dios, ¡y que pueden pelear exitosamente contra lo que percibirán como invasores sobrenaturales! Estos dos hombres sin duda estarán poseídos por demonios (16:13) o por el diablo mismo, llevando a este sistema religioso-político-militar hacia la batalla final.

La batalla del gran día del Dios Todopoderoso

El final y seductor Falso Profeta ¡guiará al mundo a adorar a la bestia como Dios (II Tes. 2:3; Apo. 13:4, 16:12 y 19:20)! Este engaño será tan grande y tan amplio, que ellos aun engañarán a la humanidad para que peleen contra Cristo a Su Segunda Venida (Apo. 16:9, 13-16; 17:13-14).
A la séptima plaga (copa) se refiere comúnmente como la Batalla de Armagedón. Este es un nombre inapropiado. Apocalipsis 16:16 registra que ellos son congregados en un “lugar llamado” Armagedón. En este tiempo, la Bestia y el Falso Profeta están obrando fervientemente sus milagros finales para engañar a las masas (16:13).
El versículo 14 revela que el nombre apropiado de esta batalla es “La batalla del gran día del Dios Todopoderoso” — ¡no Armagedón! Esta es la batalla de DIOS. Ésta no es como tantas famosas batallas de hoy en día que son llamadas según su localidad — tal como Gettysburg, Waterloo, Verdún o Stalingrado. La batalla tiene lugar a 30 millas de Jerusalén. La localidad no es importante — ¡pero el propósito de Dios SÍ lo es!
Dos fuerzas mayores (la Bestia y los hombres de Oriente) verán a Cristo venir en las nubes (Hechos 1:11-12). Considerándolo su más grande amenaza, ellos se unirán, formando una alianza para pelear contra lo que ellos perciben como su enemigo común. Estos hombres estarán enojados. Ellos no se someterán al gobierno de Dios. Ellos pensarán que el verdadero Cristo es realmente el “Anticristo” y “…pelearán contra el Cordero” (Apo. 17:14).
¡No hay ninguna batalla profetizada a ocurrir entre ejércitos humanos! Esta última y decisiva batalla será peleada por ejércitos fuera de Jerusalén (aquellos que se reúnen en Armagedón) ¡contra Cristo y Sus santos!

Un muy grande terremoto final

¡Hay un terremoto final el cual señala que Dios va a la batalla! Este terremoto será el más poderoso de todos los tiempos. Apocalipsis 16:17-18 dice: “El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
Este terremoto cambia la topografía entera de la tierra. Note en el versículo 20: “Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados”. Éste parece completar el proceso iniciado por el terremoto de Apocalipsis 6:12-14, en el cual “toda isla huyó y los montes no fueron hallados”. Este terremoto se menciona en Zacarías 14.
El versículo 4 dice: “Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur. Ahí, el versículo 9 dice: “Y el Eterno será Rey sobre toda la tierra…”
Por lo menos tres de los cinco terremotos de Apocalipsis son acompañados por voces, relámpagos y truenos. Estos ocurren en el momento de Apocalipsis 8:5 (al comienzo del Día del Señor), Apocalipsis 11:19 (después del regreso de Cristo), y en el terremoto final de Apocalipsis 16:18 (al final de las siete últimas plagas). (Apocalipsis 6:12 y 11:13 describen los otros dos terremotos)
Para que las voces se oigan en medio de un terremoto, especialmente cuando son acompañadas con relámpagos y truenos, estas voces tienen que ser de ángeles poderosos. (Lea nuestro folleto gratuito Terremotos y volcanes en profecía para aprender más.)

Capítulo 17: La mujer de Babilonia la grande

Los capítulos 17 y 18 son otra inserción que describen al gran sistema romano que es destruido al final del capítulo 16. Estos capítulos dan una descripción más detallada de la gran iglesia universal. La descripción incluye a sus “hijasrameras (17:5), las cuales han ayudado a engañar a todas las naciones (17:1-2; 18:3).
Muchas profecías del tiempo del fin utilizan términos como cabezas, cuernos, dedos, reyes, etc. Varios capítulos completos deben ser estudiados para aclarar su significado. Estos clarifican las diferentes resurrecciones del mismo sistema romano.
De nuevo, al comparar Daniel 7 con Apocalipsis 13 y 17, se hace claro que hay siete resurrecciones del Sacro Imperio Romano. Seis han venido y se han ido — ¡y la última se está formando ahora! Esta resurrección durará por lo menos tres años y medio, coincidiendo con la Tribulación (Mat. 24:21-22) y la Ira de Dios.
Entienda otra conexión importante a estas resurrecciones del sistema romano. Apocalipsis 17 describe a cada una como teniendo “…una mujer sentada sobre una bestia escarlata, llena de nombres de blasfemia, teniendo siete cabezas y diez cuernos” (vs. 3). Las siete cabezas son siete resurrecciones separadas, con una resurrección final de diez cuernos (compuesta de diez reyes).
Es esta mujer la que propaga el “misterio de iniquidad” mencionado por Pablo en II Tesalonicenses 2:7.
De esta mujer, los versículos 5-6 dicen: “Y en su frente un nombre escrito, UN MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA. Y vi la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los mártires de Jesús”. El versículo 1 la llama “…la gran ramera, la que está sentada sobre muchas aguas…”
Detengámonos y preguntemos: ¿Qué son las “muchas aguas”?

Capítulo 18: El juicio de Babilonia

Este capítulo describe el juicio final y la destrucción de Babilonia. El versículo 17 muestra que su colapso viene rápidamente. Los mercaderes del mundo estarán espantados de cómo este poderoso sistema económico pudo venir tan repentinamente a una ruina tan completa.
¡Las naciones modernas de Israel están engañadas y son parte de ese sistema babilónico! (Jeremías 50:4-8, 13-15; 51:6-9 e Isaías 47:1, 5, 7-9, 11; 48:1, 12, 17-20 lo describen). La antigua Israel estuvo en Egipto cuando Dios derramó Sus plagas. Al igual que Israel, Dios nos llama a salir del “Egipto” de este mundo.
Entienda esta instrucción básica acerca del llamamiento cristiano. El pueblo de Dios no es de este mundo ni de sus sistemas (Juan 17:14-16). Referente a los sistemas religiosos y políticos de esta Babilonia, Dios instruye: “Salid de ella, PUEBLO MÍO, para que no seáis partícipes de sus pecados” (Apo. 18:4). Babilonia significa confusión. Los verdaderos siervos de Dios han salido de este mundo, de sus gobiernos y de su confusión (I Cor. 14:33). Puesto que ellos están separados del mundo, también serán separados y librados de sus plagas.

Capítulo 19: La Cena de Bodas y otra cena

El escenario del capítulo 19 es en el cielo. Muchos ángeles rodean el trono de Dios (vs. 1-2), describiendo Sus “juicios… justos” sobre la gran ramera.
Ahora que ella se ha ido, y Cristo ha regresado, ¿qué sucede a continuación? “Y oí… la voz de una gran multitud… que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero” (vs. 6-9).
El Nuevo Testamento identifica a la Iglesia como la prometida de Cristo. Varios pasajes revelan esto (Mat. 25:1-10; Efe. 5:23). A Su regreso, en uno de los eventos más asombrosos de toda la historia, ¡Cristo se casará con Su Iglesia!
Apocalipsis 19:11-13 describe a Cristo, y el versículo 14 describe a los “ejércitos” de ángeles uniéndose a Él en los cielos. Los versículos 17-18 muestran que una vasta bandada de aves de presa come la carne de los ejércitos muertos, asesinados en el capítulo 16. A esta otra “cena” se le llama la “cena del gran Dios”.
El capítulo concluye con una descripción de la ejecución de la bestia y del falso profeta en un lago de fuego localizado.

Capítulo 20: Las tres resurrecciones

El capítulo 20 presenta el reinado de Cristo de 1.000 años sobre la tierra. En este tiempo, el mundo verdaderamente será un “paraíso”, puesto que Satanás habrá sido atado y arrojado en el pozo del abismo (vs. 1-3). Este capítulo también explica las tres resurrecciones separadas que son centrales para el Plan de Dios.
Los versículos 4-6 describen la primera resurrección y el reinado de los santos con Cristo por 1.000 años, que usted ahora sabe que ocurre cuando suena la séptima trompeta y Cristo retorna a la tierra.
En Mateo 25, que es en realidad una continuación de la profecía del Monte de los Olivos del capítulo 24, Cristo habla de este trascendental evento. Los ángeles vienen del cielo con Él cuando establece Su reino.
Note el cuadro una vez que Cristo sea establecido sobre Su trono: “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con Él, entonces se sentará en su trono de su gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a los de su derecha: venid, benditos de Mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (Mat. 25:31-34).
Esta es una escena impresionante y maravillosa. Justo antes de la crucifixión y ascensión al cielo de Cristo, Él dijo: “Y si me fuere…vendré otra vez” (Juan 14:3). Aquí, Cristo da la recompensa a cada uno de Sus santos. Ellos “heredan el reino” con Él y gobiernan por 1.000 años.

Capítulo 21: Nuevos cielos, nueva tierra y Jerusalén

Finalmente, los capítulos 21 y 22 ilustran la última fase del Plan de Dios ¡con el establecimiento de los nuevos cielos, la nueva tierra y la nueva Jerusalén!
Eventualmente, al final de Su Plan, Dios morará sobre la tierra, en vez del cielo. Juan registra el tiempo cuando la nueva Jerusalén vendrá aquí desde el cielo.
El capítulo 21 revela más sobre la finalización del Plan de salvación de Dios, y la purificación de la tierra por fuego (II Pedro 3:10-12). Los versículos 1-3 dicen: “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva; porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más. Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo [morada] de Dios con los hombres, y El morará con ellos; y ellos serán Su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios”.
En este tiempo, la tierra será la sede del gobierno de Dios. Este gobierno continuará creciendo, literalmente sin fin. Tome tiempo para leer Isaías 9:7 y Lucas 1:33.
El plan maestro de Dios abarca la eternidad. Aquellos que entren a Su reino no estarán ociosos. Ellos estarán activos y serán productivos — y ¡continuarán cumpliendo Su propósito! Hebreos 2:6-8 explica que Dios finalmente colocará al hombre en autoridad sobre “todas las cosas” — el universo entero. (Lea nuestro folleto gratuito ¿Cómo la religión lo engaña a usted acerca de su increíble futuro? para ver esto explicado a profundidad.)
Es difícil captar la gloria y la magnitud de lo que estaremos haciendo por la eternidad. Pero Apocalipsis 21:5 nos da un indicio: “He aquí, yo hago nuevas todas las cosas”.

Capítulo 22: Promesas y advertencias

En el versículo 7, Cristo dice: “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro”. ¡Vuelva a leer esta promesa hasta que se sumerja en ella!
Lea ahora los versículos 18-19, los cuales dan una advertencia directa a cualquiera que añada o quite algo ya sea de este libro, o de las Escrituras en general. ¡Lea de nuevo esta advertencia hasta que se sumerja en ella!
El versículo 15 describe a aquellos quienes, no dispuestos a arrepentirse de sus estilos de vida degenerados, nunca estarán en el reino de Dios: “Mas los perros [ministros falsos] estarán fuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras, y todo aquel que ama y hace mentira. Vea también Gálatas 5:19-21.
Hay urgencia en las palabras de Cristo a través de Apocalipsis 22. Por segunda vez, Él dice que vendrá otra vez, pero esta vez revela lo que Él traerá consigo: “He aquí Yo [Cristo] vengo pronto, y mi galardón conmigo, para recompensar a cada uno según sea su obra” (vs. 12; también vea I Cor. 15:50-54). Cristo viene a la tierra, trayendo con Él las recompensas para cada santo — no de otra manera. ¡Los salvos no van al cielo!
Las últimas palabras de Cristo en Apocalipsis son: “El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús” (vs. 20).
Dios le ayude a usted a atender la advertencia de este libro y a recibir recompensa de Cristo cuando Él regrese — ¡PRONTO!

Una gran profecía está siendo cumplida

Para concluir su folleto ¡El libro de APOCALIPSIS por fin explicado!, Herbert W. Armstrong escribió lo siguiente, bajo el subtítulo “¿Dónde estamos hoy en la profecía?”:
“Pero ahora, finalmente, ¿se da cuenta usted de dónde estamos parados hoy? Estamos en la tregua semi-caótica en medio de la segunda y la tercera guerra mundial. ¡Pero una cosa está profetizada para ahora! Uno de estos eventos profetizados está teniendo lugar en este instante. En Su gran profecía del Monte de los olivos, que era la misma llave para los símbolos de Apocalipsis, los discípulos le preguntaron a Jesús en privado cuál sería la señal de Su venida, y del fin de este mundo — ¡el mundo de hoy!”
“Cuando Jesús les dijo de los muchos que irían predicando en Su Nombre, proclamando que Jesús es el Cristo, sin embargo engañando al mundo sobre el Evangelio de Cristo — ese no era el final. El hambre y la pestilencia por venir no eran la señal de Su venida, ni del fin de este mundo. La serie de guerras mundiales no era la señal de Su venida, ni del fin. Es sólo en el versículo 14 de esta profecía donde Él la dio. Deseo que usted note la tremenda relevancia de esto: ‘Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin’ (Mateo 24:14)”.
¡Ahí está! Jesús proclamó el Evangelio del reino de Dios — ¡el cual son las buenas nuevas del mundo de mañana! Pronto, los hombres salieron proclamando a Cristo — ellos se apropiaron de Su Nombre y del prestigio de Su Nombre a fin de engañar al mundo, y de esconder del mundo el mensaje que Cristo trajo. Pero, en este tiempo del fin, cuando el fin de esta era está cerca, este mismo Evangelio del Reino de Dios — el gobierno de Dios — naciendo dentro de la familia de Dios — ¡este mismo Evangelio está siendo anunciado ahora una vez más a todo el mundo! Esa profecía está siendo cumplida…”